El espectacular exterior de Es Bosc

Abrir las puertas de Es Bosc supone acariciar, a nuestro paso, un campo de lavanda, mientras la visión de 180º, con frente a la Isla de Formentera, nos sumerge en aguas de la Bahía de Es Cubells. Abrigados por un bosque autóctono de pinos y sabinas, el camino se encuentra flanqueado por tres de los seis cenadores de la propiedad. En la cima de un acantilado la más elevada visión del Mediterráneo deja paso a la edificación principal sobre roca viva, conjugando la arquitectura más vanguardista con la tradición de dos torreones baleares.

Su piscina infinity se fusiona con las aguas del mar Mediterráneo. Los amaneceres y atardeceres de color intenso convergen en consonancia con los productos de la huerta a degustar en sus salones y comedores interiores y exteriores, con dos únicos protagonistas de la paz: el silencio y la naturaleza.